Esta empresa no funciona pero es muy creativa

Cronología de la crisis económica de 2008: prefacio

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“Errar es humano. Un  problema es una oportunidad disfrazada. Más te digo: si tropiezas y no te caes, avanzas más rápido”.

Hoy emprendo una tarea pendiente que tengo desde finales de 2006, cuando comencé a interesarme por las noticias económicas de los principales diarios informativos. Andaba por entonces iniciando la carrera de Económicas –que nunca terminé- y empecé a “engordar este gusanillo” inocentemente, tras varios trabajos y comentarios de noticias para las asignaturas de Historia Económica y de Introducción a la Economía.

Comencé a leer manuales, libros y artículos de opinión de algún que otro célebre economista y de otros no tan conocidos pero igualmente agudos y preparados. A la par pasaba revista a las noticias económicas de cada día. Y las que, a mi humilde juicio, parecían tener más “jugo” e interés, las guardaba para volver a ellas. Ese peculiar “pasatiempo” me servirá ahora para dar forma a esa tarea pendiente de la que aún no os he dicho cosa alguna.

Mi propósito es realizar un estudio cronológico de la crisis económica mundial, que todavía asola a las economías desarrolladas, e intentar poner orden a los principales acontecimientos y sucesos que han caracterizado particularmente a la grave situación económica en la que se encuentra inmerso nuestro país. Creo que hay varios temas en  torno a la actual crisis que no han quedado especialmente claros; además, volver a ellos con la cierta perspectiva de la que ya disponemos, podría ser bastante útil. También me gustaría ayudar a derribar algunos mitos en torno a la “Gran Depresión”, como el de considerar que la actual crisis española está exclusivamente ligado a otra aún mayor, la mundial. Se tiende, sobre todo en determinados sectores, a ignorar que, previamente a ella, estábamos siendo duramente castigados por otra muy particular y asociada  al “pinchazo” de la burbuja inmobiliaria española.

Tema muy polémico e igualmente interesante ha sido el de establecer una fecha para el comienzo “oficial” de la crisis. En los informativos y debates televisivos, hemos escuchado hasta la saciedad declaraciones y valoraciones de políticos y tertulianos acerca de si la crisis comenzó el día que la afirmó el presidente del Gobierno, o si fue antes o después de que aquél pronunciara la palabra «crisis». No hay consenso en torno a esta cuestión; pero los hechos están ahí. E, independientemente de ello, una crisis no comienza de un día para otro. Trataré de hacer ver que la crisis española comenzó bastante antes de que sus dirigentes políticos la admitieran, introduciendo para ello la evolución de los principales indicadores macroeconómicos de la economía española, siempre de la manera más sencilla. Incluso mostraré cómo organismos económicos internacionales (como el FMI o la Comisión Europea) y economistas de reputación ya hablaban en 2006 tímida y en 2007 decidida y abiertamente, de los peligros de una recesión mundial o de los graves desequilibrios que la economía española debía atender si no quería acabar, donde tristemente ha acabado.

En mi facultad estos y otros eran temas que se trataba fuera de las aulas. Dentro de ellas claro que no, pues «mojarse» tratando de «adivinar» el futuro de un país es algo que evita todo respetable profesor de economía: la «incertidumbre» y la «complejidad» de los escenarios desaconseja tal atrevimiento. Y, de paso, el economista en cuestión se libra de molestar a aquéllos que le pueden molestar a él, es decir, a quienes gobiernan. En septiembre y octubre de 2008, cuando habían «reventado» las bolsas de medio mundo y todos los presidentes de gobierno y organismos internacionales habían convocado reuniones de urgencia para dar «respuestas coordinadas», los alumnos preguntábamos sobre estas cuestiones. Algunos pedían incluso la opinión personal de los profesores: de los que yo tenía, ni uno se atrevió a hacer un solo pronóstico. Y, claro, me preguntaba yo: ¿por qué incluirán en los programas de estudio tanta asignatura de estadística y econometría y sus profesores nos dicen desde el primer momento que con las herramientas y modelos matemáticos que proporcionan pueden realizarse inferencias y predicciones?  Espero también atender este conflicto no resuelto entre la Economía y el futuro. Y es que no se llevan nada bien…

Respecto a la organización de las entradas, trataré de abarcar el mayor período de tiempo posible, que dudo englobe unos pocos meses al principio y con suerte unas pocas semanas al final. Además, conforme avanzamos hacia la actualidad, los acontecimientos, opiniones y decisiones en torno al tema que me ocupa, irán creciendo. Buscaré un equilibrio entre la extensión de las entradas, el período de tiempo estudiado y las condiciones mínimas para que quede suficientemente claro.

La empresa se antoja difícil y probablemente polémica. Soy muy consciente de que mis conocimientos sobre la “Gran Economía” son desde luego limitados. Para empezar, no me dedico profesionalmente a esto y no tengo título alguno que me legitime en la materia. No obstante, escribiré sobre ello y trataré de corregir estas deficiencias siendo muy cuidadoso con lo que escribo y, por supuesto, mucho trabajo y aún más actitud crítica.

Written by jjfernandezg

10 junio 2010 at 14:53

Twision 11: mi opinión

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La conmoción tuitera tras conocerse que la última entrega del programa de Veo7, Twision, fue en diferido, en lugar del directo habitual, ha sido grande. Así se desprende de contabilizar «a ojo» los tweets con el hastag «#twision». Han sido muchas las opiniones vertidas al respecto. Hay quienes piensan que la emisión en diferido fue malintencionada y demuestra otras actuaciones anteriores «de mala práctica»; otros creen que lo de ayer es razón suficiente para dejar de seguir el programa; los hay que muestran su descontento sin más, aunque permanecen fieles al programa; quienes se deciden por augurar el fin de Twision; y quienes han visto -de forma consciente o no- la ocasión para dejar debidamente registro de su mala educación y falta de respeto para quienes no actúan según ellos desean. Respecto a estos últimos, sólo apuntar que llevan a cabo un dudoso ejercicio de su libertad de expresión. Y lo respeto. Allá cada cual con sus opiniones y creencias. La revisión se la tienen que hacer ellos mismos: ni yo ni cualquiera de los afectados; ellos.

Personalmente, no pienso que haya existido un atisbo de mal intención en Veo7 al emitir el programa. Me baso en tres argumentos: en primer lugar, porque en ningún momento se ha dicho que el programa sea exclusivamente en riguroso directo, ni que vayamos a tener siempre la posibilidad de interactuar tanto con los miembros de Twision como los invitados. Estas han sido creencias asumidas por nosotros. Sencillamente. En segundo lugar, porque las circunstancias que rodean a la confección de un programa en directo son muchas. No puedo imaginarme con qué variables y factores ha de trabajar el director del programa, Melchor Miralles, ni cómo está organizada su agenda ni qué carga de trabajo entraña al día. Sí puedo intuir que «jalea real y cecina» deben ser fundamentales en su dieta.

Veo7 es una cadena «joven», de medios limitados y, por tanto, con más dificultades y falta de experiencia que otras ya asentadas en la televisión española. Creo que estas restricciones han sido ampliamente superadas por el trabajo, la tenacidad y la pasión con que el equipo de Twision ha demostrado estar trabajando día a día, y que se ha visto refrendado por el éxito de cada una de sus emisiones. Restricciones que, por otra parte, irán desapareciendo progresivamente conforme el rodaje vaya dando experiencia a los ocupantes del «barco». Twision es un programa pionero, está abriendo camino con un formato de programa que nunca antes había sido puesto en marcha y, por tanto, no existía referencia ni hoja de ruta «óptima» para encauzar el desarrollo del mismo. Al igual que ha ocurrido con los primeros valientes en otras facetas, han tenido que hacer camino en la «oscuridad» e «incertidumbre» que acompaña a todo lo genuino. Tampoco quiero dar a entender que estamos ante uno de los hitos históricos de la televisión. Aunque sí es cierto que el límite se lo ponen ellos mismos. Ellos tripulan el barco. Ellos ajustan las velas. E inmenso es el mar…

La elección del invitado debe ser también una dificultad añadida -causada, por cierto, por el compromiso no escrito del programa de desvirtualizar y acercar personajes de interés-. Y no es tanto el horario al que se emite Twision (de 0.00 a 02.00 am), sino el día elegido para ello: ¿quién en su sano juicio, después de haber trabajado de lunes a viernes quiere como experiencia asistir a un programa que se emite ese día y a tales horas? Sin embargo, el equipo, gracias a la sana locura de Miralles, ha conseguido semanalmente acercarnos este tipo de perfiles de lo más variopinto: se estrenaron con Rudy Fernández (ahí es nada), contaron con la presencia de Fátima Martínez y Adolfo Suárez (¿quién no los tiene en su ‘timeline’?) y consiguieron «engatusar» al ex ministro de Administraciones Públicas Jordi Sevilla para acudir al programa, aprovechando que había abierto su cuenta (verificada) en Twitter. Insisto en que no sé cómo lo hacen, pero me cuesta imaginar que les sea fácil y no les conlleve problemas que han de ser resueltos forzosamente en el espacio de una semana. Los propios invitados también tienen su agenda, sus responsabilidades profesionales y personales -que entiendo les debe suponer cargas más o menos análogas a las que atribuyo a Miralles, por ejemplo- y, por supuesto, sus familias. Convencer a cualquiera de ellos para que le diga a su respectiva pareja que no van al cine, a cenar o llámenle «x», sino que se van a Madrid para conceder una entrevista en directo ¡a las 12 de la noche!, no debe ser tampoco muy recomendable para mantener el equilibrio emocional de pareja. Ni mucho menos.

De modo que entiendo perfectísimamente bien que no haya en ocasiones remedio para tener un invitado con la entrevista grabada, y hasta el programa completo. Si hay algo en lo que no he coincidido con Twision, quizás ha sido en que podría haberlo hecho mejor aún, avisando de que el programa por los requerimientos que fueran o las circunstancias que así lo exigieran, se haría esta semana en diferido, vista la polémica suscitada. Lección aprendida para el patrón del barco, y nada más. Ni siquiera pienso que la despedida de Melchor Miralles haya sido «descafeinada», ni que los seguidores hayamos sido desmerecidos por él tras hacer su despedida en diferido. ¿Despecho de enamorados? Particularmente, pienso que la despedida ha sido estratosférica: puestos a despedirse -que es la verdadera mala noticia de Twision 11- lo ha hecho por todo lo alto. No había mejor invitado que José Mota…

Se ha sido tremendamente injusto y actuado con enorme egoísmo al descalificar el trabajo de estos profesionales que han acercado los medios de comunicación a las personas. Precisamente en estos días que corren, que vaya tela marinera… Días en los que muchos no entendemos por qué se les da, ya no tanto micrófono sino tanta hora a personajes como los que pueden verse en «La Noria», «Sálvame», «DEC» y otros derivados. O que no entendemos por qué el formato de los medios informativos de este país cada vez están más «parcializados» y se les dedica más o menos tiempo según la ideología de sus Consejos de Administración. Por ejemplo.

Nos llega un programa fresco, divertido, dinámico, sin contaminación aparente, con presentadores simpáticos, abiertos y comprometidos para con sus seguidores, y resulta que muchos se sienten engañados, ultrajados y rechazan una apuesta decidida y una realidad palpable de hacer una televisión más abierta y participativa a las personas.

Deberíamos encomendarnos a mi superhéroe favorito…

Written by jjfernandezg

7 junio 2010 at 18:36